martes, 11 de diciembre de 2018

Panettone


Mi madre es una excelente repostera, pero oh, oh, no le gusta el dulce... Parece una contradicción, pero prefiere ver como los demás disfrutamos de sus recetas que comérselas.
Por eso este año estaba decidida a que la que disfrutase fuera ella y dadas las fechas decidí hacerle un Panettone porque eso sí, los bollos tipo suizo, brioches o similar sí que le gustan.

Cuenta la leyenda que el Panettone data de siglo XVI. En la corte de Ludovico II El Moro una Navidad al cocinero se le quemó el pastel que iban a ofrecer como colofón a una suculenta cena y cuando ya estaba a punto de darle un ataque de nervios, a un joven lavaplatos llamado Toni se le ocurrió que podían servir un pan dulce relleno de frutas que acababa de hornear con las sobras del postre principal con intención de llevárselo a su casa.
 Al duque y a sus invitados les encantó aquel pan y al preguntarle al cocinero sobre el autor de dicho postre y conocer su nombre, decidió llamarle "Pan de Toni" en honor a su creador, nombre que a lo largo del tiempo ha derivado a Panettone que es como lo conocemos actualmente.

Y tras este rollo histórico, pero que no viene nada mal..., voy a enseñaros cómo se realiza este postre surgido de la casualidad y que tanto gusta a los italianos.

Esta receta la encontré en el blog de Megasilvita (blogmegasilvita.com) y consta de 2 masas, una de ellas (llamada poolish) la prepararemos el día anterior porque tiene que reposar toda la noche para que la levadura haga su efecto.

Ingredientes para el Poolish:

  • 250 gr de harina de fuerza (es muy importante que sea de fuerza porque la masa necesita desarrollar mucho el gluten y con una harina normal no lo conseguiríamos).
  • 8 gr de levadura seca de panadero 
  • 250 gr de agua


Preparación del Poolish:

Se prepara la noche antes de hornear el Panettone y sólo tenemos que mezclar todos los ingredientes en un cuenco profundo ya que la mezcla tiene que crecer bastante. Removemos muy bien  hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados.

Tapamos el cuenco con papel film y lo dejamos toda la noche en un sitio en el que no haga ni mucho frío ni mucho calor y que esté alejado de corrientes.

Al día siguiente observaremos que ha crecido bastante y que tiene burbujitas, que es indicio de la fermentación.

El Poolish con sus "burbujitas" del fermentado



Ingredientes para la masa final:

  • 500 gr de harina de fuerza
  • 8 gr de levadura seca de panadero 
  • 150 gr de azúcar
  • 2 huevos + 2 yemas
  • 100 gr de leche entera
  • una pizca de sal
  • 150 gr de chips de chocolate (si no os gusta con chocolate podéis añadirle pasas o frutas confitadas)  

Preparación:


En un bol mezclamos la harina, la levadura, el azúcar, la sal, los huevos y las yemas y empezamos a batir con el accesorio de amasar de nuestro robot de cocina. Lo hacemos a velocidad media y poco a poco vamos añadiendo la leche en forma de hilillo.

Amasaremos durante unos 10 minutos más o menos para que se empiece a desarrollar el gluten.

A continuación agregamos la mantequilla y amasamos de nuevo hasta que se haya integrado por completo. Nos llevará otros 10 minutos aproximadamente y obtendremos una masa pegajosa.

En este punto es cuando agregamos el "poolish" que habíamos creado la noche anterior y continuamos amasando durante unos 15 minutos más, siempre a velocidad media.
Terminamos de trabajar la masa a mano, cogiendo la masa con las dos manos y estirándola hacia arriba y plegándola de nuevo sobre ella. Repetimos este proceso varias veces hasta que obtengamos una masa lisa y que no se nos pegue en las manos. Para comprobar que está bien amasado, cogemos un poco y la estiramos con los dedos. Si forma una membrana transparente y que no se rompe, significa que nuestra masa está lista.

Es el momento del relleno.
Para eso dividimos la masa en dos partes y la estiramos en una superficie ligeramente enharinada y la cubrimos con la mitad de los chips de chocolate o del relleno que queramos (frutas confitadas, pasas...). Ponemos la otra mitad encima y cubrimos con el resto. Así conseguimos que nuestro relleno quede bien repartido.

Rellenamos los moldes de nuestros Panettones sólo hasta la mitad. En mi caso ha dado para 3 moldes de 500 gr.

Lo dejamos fermentar hasta que la masa asome casi por el borde. A mí me tardó como 1 hora y media más menos pero el tiempo dependerá de las condiciones de temperatura y humedad de vuestro entorno...

Una vez haya crecido es el momento de hornear!!

Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo. Si ponemos la opción con ventilador la temperatura ha ser algo inferior.

Pintamos nuestro Panettone con huevo batido y sal y justo antes de meterlo en el horno le hacemos un corte en forma de cruz.

Horneamos durante unos 30 - 35 mn o hasta que el interior del Panettone esté a 90º.

Ahora viene un paso muy importante que es la forma de enfriarlo.
Para que no pierda su forma característica, al sacarlo del horno tenemos que clavarle un par de brochetas que atraviesen su base de lado a lado y dejarlo boca abajo hasta que se enfríe por completo. Yo los he puesto entre 2 sillas de mi comedor. Si nos saltamos este punto se nos hundirá y la miga nos quedará apelmazada.




Una vez frío podéis espolvorearlo con azúcar glace. Como yo se lo iba a dar a mi madre no lo he hecho porque, como os comentaba al principio,  mi mami no es muy de dulces...

Y este es el resultado:


Y así de bonito queda para regalo:


Animaros que aún queda tiempo para prepararlo y disfrutarlo estas Navidades!!! Y como siempre os digo, si lo hacéis, por favor enseñarme vuestras fotos y contadme cómo os ha ido.

Feliz Dolce Navidad!!!!!



martes, 30 de octubre de 2018

Cookies "Araña" para Halloween

Esta es una de esas recetas que lo mismo sirven para un cumple, que para Navidad, porque hoy es hoy o como en esta ocasión, para Halloween. Solo tienes que cambiar la decoración y el resultado es de miedoooo... 🎃🎃🎃

Está basada en una receta del libro "Objetivo: Galleta Perfecta" de Alma Obregón pero dándole un giro al final para adaptarla a la celebración de Halloween. Lo he comprobado y a los niños les encantan.

Es muy sencilla, ya lo veréis.

Ingredientes:
  • 150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 gr de azúcar de caña integral (o panela)
  • 100 gr de azúcar blanco
  • 1 huevo a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 250 gr de harina normal
  • 150 gr de chips de chocolate (lo que más os gusten: blancos,con leche, negros...)

Para decorar:
  • Ruedas de regaliz negro (para las patitas de las arañas)
  • Ojos de azúcar comestibles 

Preparación:

Batimos la mantequilla junto con las 2 clases de azúcar hasta que quede una mezcla cremosa. Si queréis podéis cambiar el azúcar blanco por la misma cantidad de azúcar de caña integral pero no al revés porque lo que hace que las Cookies tengan ese sabor y queden tan blanditas es el azúcar moreno. A mayor cantidad de azúcar moreno más blanditas quedan.

Añadimos el huevo y la cucharadita de extracto de vainilla y seguimos batiendo.

Ahora tamizamos la harina junto con el bicarbonato y lo añadimos a la mezcla anterior. Batimos muy suavemente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

Es el momento de añadir los chips de chocolate. Podemos mezclarlos a mano perfectamente con una espátula de repostería. 

El resultado es una masa tan blandita que para poder trabajar con ella necesitaremos enfriarla en la nevera al menos durante una media hora con el bol bien tapado con papel film.

Mientras esperamos precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.

Pasado el tiempo y con nuestra masa más manejable, preparamos una bandeja de horno con papel encerado (papel de horno) y hacemos bolitas con la masa.

Intentaremos hacerlas todas del mismo tamaño para que se horneen por igual y queden más bonitas.

Las separamos bien unas de otras porque se expanden durante el horneado.




Las aplastamos un poquito con la mano para darles forma




Y horneamos durante unos 14 minutos o hasta que veamos los bordes un poco dorados.

En cuanto las sacamos del horno es el momento de decorarlas. Cuidado que la bandeja quema!!

Para los ojos he utilizado "ojos de azúcar comestible" que podéis encontrar en tiendas de repostería especializadas. Si no los encontráis, podéis sustituirlos por lacasitos pequeños blancos y pintarles la pupila con chocolate negro fundido.




Para las patas he utilizado ruedas de regaliz negro. Hay que deshacer la rueda y después separar los dos cordones y cortarlos en trocitos más o menos iguales y clavarlos en las cookies cuando están aun calientes para que se queden bien sujetas.

He intentado detallaros el proceso en esta foto:




Os aseguro que es más sencillo de lo que parece 😉

Después las dejáis enfriar completamente sobre una rejilla y este será el resultado










Deliciosamente aterradoras ¿verdad?

Aún estáis a tiempo de prepararlas para la noche de mañana... Las brujas y los fantasmas estarán encantados con estas "arañitas" .

Si os ha gustado esta entrada ya sabéis que podéis dejar vuestro comentario en el blog. Me encantará saber vuestra opinión.

Un besín fantasmal... 👻👻👻👻👻 

lunes, 29 de octubre de 2018

Curso "Cupcakes Deliciosos" con Alma Obregón y receta: Cupcakes de Fresa y Coco


Sé que hace mucho tiempo que no publico nada y eso no está bien....

Han sido muchas las veces que me he sentado delante del ordenador para hacer esta entrada pero, por unas cosas o por otras, nunca encontraba el momento de terminarlo, y eso que trata de una de las mejores experiencias que he tenido este año, pero cuando es que no, es que no....

Así que he decidido que hoy es el día y aquí lo tenéis. Os cuento mi experiencia en el curso de Cupcakes Deliciosos con Alma Obregón y os dejo una de las recetas que hicimos en él: Cupcakes de Fresa y Coco.

Ya sabéis que es una de mis reposteras favoritas. Me hacía muchísima ilusión conocerla y estaba muy nerviosa.

Y por fin, el pasado 08 de Abril pude disfrutar del curso que me habían regalado. Llevaba meses esperando ese día

En cuanto llegué y nos presentamos se me pasaron todos los males. Es encantadora y muy cercana. Te hace sentir a gusto en todo momento y además es un curso muy participativo en el que todos colaboramos tanto en la elaboración como en el decorado de los cupcakes que hicimos.

Mis compañeros de curso con Alma en el centro y
        luciendo los delantales que nos regalaron por asistir.       

El curso dura unas 4 horas y preparamos 6 tipos de cupcakes diferentes: Oreo, Red Velvet, Chocolate negro con mantequilla de cacahuete, Zanahoria, Fresa-Coco y Hi Hat Cupcakes  


No sabía por cuál de ellos decidirme para esta entrada porque estaban todos riquísimos, pero a mi cuñada le encantaron los de Fresa y Coco así que vamos a empezar con ellos.

 Poco a poco iré publicando el resto de las recetas para que vosotros mismos decidáis cuál es vuestra favorita.

Cupcakes de Fresa y Coco 

Ingredientes:

Para el bizcocho:

  • 2 Huevos (separamos las yemas de las claras)
  • 175 gr de harina
  • 2 cucharaditas de levadura química
  • 115 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 gr de azúcar blanco (separamos 150 gr por un lado y los 50 restantes por otro)
  • 120 ml de leche 
  • 2 cucharadas de coco rallado


Para el relleno:

  • Mermelada de fresa


Para la crema:

  • 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 gr de azúcar glass pero super fino (se conoce con el nombre de Icing Sugar) 
  • Coco en pasta (opcional)

Para decorar:
  • Fresas


Preparación:

Como siempre, comenzamos precalentando el horno a 180º con calor arriba y abajo.

Tamizamos la harina con la levadura y reservamos.

En nuestra batidora, batimos la mantequilla con 150 gr de azúcar hasta tener una mezcla clara y esponjosa. Incorporamos las yemas una a una hasta que estén perfectamente integradas. A continuación añadimos la mezcla de la harina con la levadura alternándola con la leche, de forma que siempre acabemos con los ingredientes secos.

También podemos hacer este primer paso a mano, pero nos llevará más tiempo. Aunque, eso sí, se nos quedará un brazo súper tonificado y esas horitas de gimnasio que nos ahorramos. 😉

En un bol, montamos la claras a punto de nieve junto con los 50 gr de azúcar restantes. Cuando hayamos conseguido que nuestras claras formen unos picos "duros" será el momento de añadirlas a la masa anterior, poco a poco, con mucho cuidado. Para ello utilizaremos una lengua y mezclaremos con movimientos envolventes procurando no bajar mucho las claras.

Para finalizar añadimos el coco rallado.

En una bandeja para cupcakes ponemos nuestras cápsulas favoritas (las que yo he utilizado en esta ocasión me las había regalado mi cuñada, son de estampado de vaca y me encantan!!) y la rellenamos con nuestra masa. Como máximo rellenaremos hasta 2/3 de la capacidad de las cápsulas.

Yo, al igual que Alma, para repartir la masa y que todos mis cupcakes salgan iguales, utilizo una cuchara de las de servir helado de 15 mm de diámetro. Echo una bola de masa en cada cápsula y listo!!

Horneamos durante 20 mn y una vez fríos utilizamos un descorazonador para rellenar nuestros cupcakes con la mermelada de fresa y tapamos de nuevo con el trocito que hemos sacado.

Para hacer la crema tamizamos el azúcar y lo batimos junto con la mantequilla durante al menos 5 mn o hasta que veamos que la crema está blanca y esponjosa. A continuación añadimos el coco en pasta y mezclamos todo muy bien.


Como en esa ocasión no disponía de fresas naturales, las decoré con unas gominolas de fresas y coco rallado que teñí con colorante rojo. Estaban buenísimas!!!

Ya sabéis que si os decidís a hacerlas me gustaría saber qué tal os ha ido. Me encanta leer vuestros comentarios.

Un besín

PD: Este curso lo hice en Abril de 2017. Desde entonces han pasado muchas cosas y mi vida se quedó un poco en "parada" pero estoy comenzando a despertar y volviendo a disfrutar de las cosas que me gustaban y esta en sin duda una de ellas.

La vida continúa y me he dado cuenta de que hay que aprovechar cada segundo de ella... 
   

jueves, 27 de abril de 2017

Calaveras Mexicanas de Vainilla

Sí, ya sé que no es el mes de Octubre ni estamos en Halloween. Y no, no me he vuelto loca (aún 😉 ) todo tiene su explicación...

A mi hermana le fascinan las calaveras mexicanas. Se acercaba la fecha de su cumpleaños y quería hacerle algo especial para alguien tan especial como ella, pensé que unos bizcochitos de calaveras la sorprenderían (como así fue).

Tenía la idea en la cabeza pero no sabía cómo iban a salir... Era como en ese anuncio de "eso es lo que está pensando...y esto es lo que ocurre en realidad"... pues eso... En mi cabeza lo tenía todo pensado y me imaginaba cómo quedarían (espectaculares por supuesto) pero no estaba tan segura de mis manitas... Lo de pintar no es lo mío, eso es cosa de mi madre que es la artista de la familia, y las calaveras tendrían que ir pintadas a mano...

Otra cosa era con qué iba a cubrir los bizcochos, porque el fondant no le gusta nada (demasiado azúcar) y pensé que el chocodant no estaría mal. Sabe a chocolate (el sabor cambia según su color),  es muy fácil de trabajar y se puede guardar el bizcocho en la nevera una vez cubierto con él. El problema era con qué pintarlo, porque los rotuladores de tinta comestible no sirven en este caso, ya que no pintan sobre chocolate, aunque sea plástico, así que compré pintura comestible para usar con pincel.

Mis herramientas de trabajo en esta ocasión.
Lo adquirí todo a través de www.megasilvita.com 

Sólo tenía claro de qué iban a ser los bizcochos: de Vainilla rellenos de Lemon Curd o de Crema de Chocolate.

Y como lo que os interesa es la receta y el resultado, no me voy a enrollar más y paso a explicárosla sin más demora.

La receta del Bizcocho de Vainilla es de Bea Roque (www.elrincondebea.com) y la de Lemon Curd es la misma que la de mi entrada del mes de Noviembre de las "Galletas de Limón".

Manos a la obra!!

Ingredientes para el Bizcocho de Vainilla:

  • 250 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 300 gr de azúcar
  • 300 gr de claras de huevo (unas 9 claras de huevo tamaño XL). Yo usé de las que venden en el súper.
  • 500 gr de harina
  • 60 gr de harina de maíz (Maizena)
  • 2 cucharaditas de levadura (polvo de hornear)
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 500 ml de buttermilk (suero de leche)
  • 1 cucharada de extracto de vainilla

   Con estas cantidades salen unos 18 bizcochos, pero podéis congelarlos (os indicaré cómo al final) y sacarlos cuando vayáis a consumirlos. Eso sí, hay que congelarlos antes de cubrirlos con el chocodant.

Preparación:

Como siempre, antes de meternos en faena, vamos a precalentar el horno a 175º, con calor arriba y abajo y sin ventilación y a preparar nuestro molde con el spray desmoldante o en su defecto con mantequilla derretida para que no se nos pegue el bizcocho.

Si no encontramos el buttermilk en el súper, lo primero que tenemos que hacer es preparar el nuestro añadiendo 2 cucharadas de vinagre blanco o zumo de limón a 500 ml de leche entera, y lo dejamos reposar al menos 10 minutos.

Tamizamos la harina, la harina de maíz, la levadura, el bicarbonato y la sal y reservamos.

Batimos la mantequilla junto con el azúcar a velocidad media-alta hasta que obtengamos una crema esponjosa.

Bajamos la velocidad de la batidora y vamos añadiendo poco a poco las claras hasta que se integren perfectamente. Agregamos el extracto de vainilla.

Añadimos la mezcla de la harina en cuatro veces, intercalándola con el buttermilk, comenzando y terminando con la harina. Batir hasta que tengamos una mezcla homogénea.

Repartimos esta mezcla en nuestros moldes como mucho hasta cubrir una tercera parte de los mismos para que no nos desborden durante en horneado.

Horneamos unos 20 o 25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio.

Los sacamos del horno y los dejamos reposar sobre una rejilla unos 15 minutos. Pasado ese tiempo los desmoldamos y los dejamos enfriar completamente.

Como os decía al principio, si os han salido demasiados no hay problema, los congelamos y listo!! Una vez se hayan enfriado, se desmoldan, se envuelven en papel film y se congelan. Cuando los queráis consumir, los dejais descongelar a temperatura ambiente en el mismo film en el que los habéis congelado. Estarán como el primer día.


Ingredientes para la crema de limón (Lemon Curd)
  • 160 gr de azúcar normal
  • 2 limones
  • 2 huevos
  • 60 gr de mantequilla

Preparación:

Rallamos los limones y los exprimimos. Colamos el zumo y reservamos ambas cosas. 

Es muy importante que los limones estén muy, muy limpios sobre todo si no son ecológicos, para que queden libres de cualquier resto de productos químicos que les hayan aplicado para que no se estropeasen.

Sólo rallamos la parte amarilla, nunca llegamos a la parte blanca porque eso amargaría demasiado y estropearía nuestros postres, sea cuál sea el que estemos preparando.

En un cazo ponemos el azúcar, los huevos y el zumo de limón. En la receta original lo hacen al Baño María, pero yo lo hago directamente al fuego, eso sí, con un fuego suave removiendo constantemente con unas varillas para que no se pegue. Pasados unos 6 u 8 minutos veremos que la mezcla comienza a espesar.

En este punto añadimos la mantequilla cortada en trocitos pequeños y removemos hasta que se disuelva del todo. Retiramos del fuego y colamos o tamizamos para evitar que se cuele cualquier resto blanquecino de huevo que haya podido quedar y añadimos la ralladura de limón que habíamos reservado. De este modo nos quedará una crema muy suave. 

Cubrimos "a piel" con papel film y dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y después podemos guardarla en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarla.  

Y ahora empieza lo divertido!!

Para preparar mis calaveras lo primero que hice fue abrir los bizcochitos y rellenarlos con el Lemon Curd y con la crema de chocolate. El siguiente paso fue cubrirlos con una capa finita de chocodant. Aseguraros de cubrirlos bien y "esconder" los bordes debajo del bizcocho para que queden bonitos.   



Y a pintar!!!






Aunque al principio estaba muy nerviosa, esta parte fue la más divertida.

Como podéis ver, la gran Frida Kahlo ha sido mi inspiración, pero podéis pintarlas como más os gusten.

¿Que os han parecido? ¿Os animáis a probar? Me encantaría leer vuestros comentarios sobre vuestra experiencia en el "mundo calavera"

Un besin

domingo, 12 de marzo de 2017

Red Velvet Cheesecake

Desde que empecé a ver programas de repostería, y sobre todo desde que la repostería americana se ha puesto de moda, el Red Velvet siempre ha sido el bizcocho estrella.

En todas partes comentaban que era un bizcocho espectacular, con un sabor intenso y sobre todo muy jugoso. Vamos, el rey de los bizcochos. Así que un día me dio por probarlo... Compré una porción de tarta Red Velvet con su frosting de crema de queso como manda la tradición, y me lo llevé a casa porque quería disfrutarlo tranquilamente, apreciando todo su sabor, sin prisas, con calma. Y menuda decepción!!! No sabía a nada, estaba súper insulso. Ni la crema de queso tenía sabor...

Después de eso se me quitaron las ganas de volver a probarlo, y no entendía como podían decir que el Red Velvet era lo más de lo más. Si no sabía a nada!!!

Hasta que llegó el curso de Bundt Cakes con Bea Roque (www.elrincondebea.com) y uno de ellos era de Red Velvet. Menuda diferencia!! Ese sí era un bizcocho jugoso y con sabor. Y entonces decidí darle otra oportunidad.

Lo típico es hacer el bizcocho y acompañarlo de un frosting de crema de queso, pero en esta receta que os traigo hoy, lo que vamos a hacer es combinar ambas opciones, el Red Velvet con el queso crema, y hacer un Red Velvet Cheesecake, es decir, un Red Velvet con Tarta de Queso.

Si este bizcocho es ya jugoso de por sí, con la tarta de queso ni os cuento!!! Es el summun de la jugosidad y tiene un sabor.....

Pero mejor os lo muestro.

Esta receta es del libro "Objetivo: Cheesecake Perfecto" de Alma Obregón (www.almascupcakes.es) y aunque al principio parezca que no, os aseguro que es muy sencilla y el resultado os sorprenderá gratamente.

Ingredientes:

Para la Tarta de Queso

  • 310 gr de queso crema 
  • 150 gr de azúcar
  • 2 huevos

Para el Red Velvet

  • 160 ml de aceite suave de oliva o girasol
  • 160 gr de azúcar
  • 2 huevos
  • 275 gr de harina
  • 1 cucharadita de vinagre (5 ml)
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 2 cucharadas de cacao puro sin azúcar
  • 60 ml de leche entera + 2 cucharadas extra (10 ml más)
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón
  • colorante en pasta rojo

Antes de comenzar con nuestros ingredientes, precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo y sin ventilador. Engrasamos un molde y colocamos un papel de horno en la base para que nos sea más fácil desmoldarlo. Yo he utilizado un molde cuadrado de 24 cm pero podéis utilizar el que tengáis en casa.

Vamos a comenzar por la crema de la tarta de queso. Es muy importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para evitar que nos queden grumitos.

Batimos el queso con el azúcar hasta que se hayan integrado perfectamente. A continuación añadimos los 2 huevos y mezclamos. Reservamos.

Ahora vamos con el Red Velvet!!

El primer paso es preparar el buttermilk o suero de mantequilla.

Este ingrediente es muy habitual en países como Estados Unidos, Alemania o Dinamarca entre otros,  y aunque en España es difícil de encontrar, no es ningún problema ya que lo podemos hacer de forma casera muy fácilmente. Sólo tienes que mezclar los 60 ml de leche con la 1/2 cucharadita de zumo de limón y esperar. Va a quedar una especie de "leche cortada" y eso es lo que buscamos. Lo que va a hacer el buttermilk es aportar un extra de jugosidad a nuestro bizcocho.

En un bol mezclamos el aceite con el azúcar. Incorporamos los huevos y batimos hasta que estén perfectamente integrados.

Tamizamos la harina junto con el cacao y la añadimos a nuestra mezcla en tres veces alternándola con el Buttermilk, empezando y terminando con los ingredientes secos (harina + cacao - buttermilk - harina + cacao - buttermilk - harina + cacao).

Cuando esta mezcla sea homogénea agregamos el colorante en pasta rojo. Es muy importante que el colorante sea en pasta. Si utilizamos un colorante líquido podemos encontrarnos con un bizcocho marrón y además podría alterar la textura de nuestro bizcocho. Siempre recomiendan el colorante Rojo Extra de la marca Sugarflair pero si no lo encontráis os servirá de cualquier otra marca siempre que sea en pasta.

El último paso es mezclar el vinagre con el bicarbonato y añadirlo inmediatamente a nuestra mezcla e integrar.

Vertemos 3/4 partes del Red Velvet en el molde. Añadimos por encima la crema de la Tarta de Queso. Al resto de la masa de Red Velvet que nos queda le añadimos las 2 cucharadas de leche que habíamos reservado y mezclamos. Lo repartimos por encima y hacemos un "marmolado" usando un palillo de brochetas, un cuchillo, una espátula o lo que tengamos más a mano...siempre con cuidado de no rayar nuestro molde. Lo que queremos conseguir es mezclar ambas masas para conseguir unas vetas como las del mármol.

Este es el paso a paso 

Ahora sólo nos queda hornear unos 35 mn, o hasta que, al pincharlo con un palillo, en esta ocasión salga con algunas miguitas pegadas.


¿Qué os parece el resultado? Os aseguro que está realmente delicioso. El Red Velvet ya es jugoso de por sí pero con la mezcla de la tarta de queso es lo más!!!  Y qué me decís del corte que tiene... Espectacular!!!!


Os animo a que lo hagáis. En mi casa no quedaron ni las migas.

Ya sabéis que me encantaría leer vuestros comentarios sobre cómo os ha salido.

Un besín.    

domingo, 5 de marzo de 2017

Galletas de Maizena y Leche Condensada

Yo soy mucho de texturas en los alimentos y estas galletas tienen una que no soy muy capaz de definir... En la boca se deshacen, se funden y se puede sentir el dulce de la leche condensada y la suavidad de la maizena. Tienen un sabor, hummm y además, son aptas para celíacos!! Qué más se puede pedir... algo de chocolate quizás...pero a eso volveré un poquito más tarde 😏🍫

Esta receta es del blog de Bea Roque (www.elrincondebea.com) aunque al final le daré mi toque personal. Pero shhhhh, no desvelemos la sorpresa.

Es una receta muy sencillita, con muy pocos ingredientes pero con un resultado espectacular. Os lo cuento:

Ingredientes:

  • 175 gr de fécula de maíz (Maizena)
  • 25 gr de azúcar glass
  • 100 gr de leche condensada
  • 65 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 yema de huevo

Preparación:

Tamizamos la Maizena con el azúcar glass y reservamos.

Batimos la mantequilla con la leche condensada hasta que se hayan integrado perfectamente.

A continuación añadimos la yema del huevo y seguimos batiendo.

Ahora es el momento de añadir la Maizena junto con el azúcar y seguir batiendo hasta que tengamos una mezcla homogénea.

En este punto tendremos una masa muy blandita y poco manejable así que la envolveremos en papel film y la dejaremos enfriar en la nevera durante al menos unos 30 minutos.

Aprovecharemos este tiempo para precalentar nuestro horno a 160º con calor arriba y abajo, sin ventilador y preparamos una bandeja con papel de hornear o una bandeja apta para hornear galletas.

Con nuestra masa ya fría y nuestras manos enharinadas de maizena, preparamos unas bolitas de unos 12 gr cada una y las colocamos separadas unas de otras al menos unos 5 cm ya que al hornear se expandirán un poquito.


Metemos de nuevo la bandeja en la nevera unos 10 mn para que se enfríen de nuevo. Como mí bandeja de horno no me cabe en la nevera, lo que hago es colocar las bolitas de masa en un plato llano o en una bandeja más pequeña, cubiertos ambos con papel de horno para que no se peguen a la base.

Pasado este tiempo las sacamos y las aplastamos suavemente con un tenedor para que queden súper bonitas.


Horneamos durante unos 12 o 15 minutos y este es el resultado!!!


Son unas galletas muy delicadas con una textura que te sorprenderá en boca.

Pero como os comentaba al principio, me encanta el chocolate y pensé que si sólo con la leche condensada estaban tan deliciosas, con chocolate tendrían que estar de pecado!!! Y me puse a hacer otra tanda pero esta vez variando un poquito la cantidad de leche condensada y sustituyéndola por sirope de chocolate.

En lugar de 100 gramos de leche condensada añadimos lo siguiente:

  • 75 gr de leche condensada
  • 50 gr de sirope de chocolate   

Y mirad cómo han quedado!!


No sé cuál de las dos me gusta más.

Y a vosotr@s, ¿cuál os ha gustado más? Ya sabéis que me encanta leer vuestros comentarios y saber de vuestras experiencias.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Brownie "Sin Remordimientos"

No os pasa a veces que, después de haber disfrutado de un postre hipermegadelicioso, escucháis una vocecilla interior que dice...no tenía que haberme comido ese último trocito  o.... madre mía, mejor haber pedido una fruta... Porque como dice un amigo mío..."Un segundo de placer en la boca y toda la vida en las caderas" 😋

Pues eso no os va a suceder con nuestra receta de hoy!!

Vais a poder hacer un estupendo Brownie de chocolate pero con la mitad de calorías que uno normal, y eso, quieras que no, nos hace sentirnos mucho mejor, más a gusto con nosotros mismos y disfrutar "Sin Remordimientos" del chocolate.

Esta receta es del libro "Postres Saludables" de Auxy Ordóñez (www.postressaludables.com), una chica que hace magia con los postres y los transforma en algo mucho más ligero para que podamos llevar una vida dulce pero sin tantas calorías.

Veréis que sencillo es y que resultado más espectacular. Además es una receta sin gluten, apta para celíac@s y sin lactosa para aquell@s que tengan algún tipo de alergia a la misma, que siempre nos olvidamos un poquito de las personas con alergias o intolerancias en este mundo de la repostería...

Vamos a ello!!

Ingredientes:

  • 2 plátanos bien maduros
  • 4 cucharadas de harina de garbanzos
  • 2 cucharadas de almendras molidas (también llamada harina de almendras)
  • 2 cucharadas de cacao en polvo desgrasado y sin azúcar
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas de leche desnatada o de cualquier leche vegetal (para los alérgicos a los lácteos)
  • 1 cucharadita de levadura (sin gluten si eres celíaco)
  • 1/4 de cucharadita de estevia (100% estevia) o tu edulcorante habitual y endulza a tu gusto
  • 25 gr de chocolate para fundir 70% cacao o chips de chocolate (este ingrediente es opcional)



Preparación:

Antes de comenzar, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y engrasamos nuestro molde con aceite de girasol o spray desmoldante. Si utilizamos un molde de silicona no es necesario engrasarlo.

Mezclamos todos los ingredientes (menos el chocolate para fundir) y los batimos hasta conseguir una mezcla espesa y lo vertemos en el molde.

Partimos el chocolate en trocitos (si tenemos chips no es necesario) y lo distribuimos por la mezcla. Yo sustituí el chocolate por un puñadito de nueces ya que no soy muy fan del chocolate negro y me encantan los frutos secos. También puedes utilizar avellanas, anacardos o cualquier otro fruto seco de tu gusto.

Horneamos durante 20 minutos aproximadamente.

Estará listo cuando la superficie esté cuajada y se vea sólida. Al ser un brownie la textura ha de ser húmeda, así que no podemos fiarnos de pinchar con un palito y ver que salga limpio, porque en este caso ha de salir manchado de chocolate...

Lo dejamos enfriar completamente antes de desmoldarlo.

Y este es el resultado:



   Queda un bizcocho muy jugoso y si somo capaces de dejarlo reposar de un día para otro, su sabor se hará más intenso.


Si queremos una opción aún más ligera, podemos sustituir el huevo por dos claras.

También podemos usar otras harinas como arroz, avena integral o centeno y omitir las almendras molidas. En ese caso en lugar de 4 cucharadas, añadiremos 5 de la harina que escojamos.

No tiene nada que envidiar al "auténtico" Brownie.

Ya sabéis que me hace mucha ilusión ver vuestros comentarios en el blog, así que si os animáis a hacerlo contadme qué tal os ha ido.

Un besín.